6.9.05

El hincha

Hola a todos:

El motivo que hoy me convoca a escribir estas líneas es el día después de la gloriosa jornada deportiva que vivimos.

Creo que todos sabíamos que contra Brasil no había mucho que hacer. Todos aspirabamos en el mejor de los casos una actuación digna, perdiendo por poco. Pero caer así, dando jugo, pero en mala...

Tras el primer gol, alegué y me enojé por la casi nula reacción de Tapia y la defensa... y también contra el Pelao. Si en el amistoso con Perú, nos vieron la cara por aire, se notó que no trabajaste nada para solucionarlo. Después llegó el segundo y comenzó a asomarse lo que venía. Y todo llegó tan de golpe, ya el tercero era tragi-cómico y después ya era para la risa. Esperábamos que pasara cualquier cosa para que no siguiera el desastre, una bengala, un huracán. Cualquier cosa. Lo peor para mi fue lo que vino después. Quizás tan mal no se jugaba hasta el 2-0. Quizás se cometieron algunos errores tácticos (que de hecho se cometieron) pero la nula reacción que vino después, ni siquiera por el amor a la camiseta, por el honor deportivo... eso comienza a dar bronca. Que les de lo mismo perder por esa diferencia.

Uno puede aceptar y entender que se enfrentaba a un rival superior, que es mejor que uno, que te pueden ganar o incluso golear. Pero lo que no se puede entender, ni menos perdonar, es que a la mayoría de esos saco de pelotas que jugaron el domingo les de lo mismo perder por esa diferencia. Esta claro que si no nos ganaron por más fue simplemente porque no quisieron, no por una reacción de nuestra selección.

El hincha sufre, alega, putea, reclama por todo, pero ahí estaremos de nuevo, contra Colombia, diciéndo que ese será el partido clave, que ahora si que nos jugamos la clasificación (lo cual no deja de ser cierto), pero con el nivel que se mostró en Brasil, mejor nos dedicamos a otra cosa.

Después del fútbol, pensé que con González en el US Open podríamos arreglar el día, pero al final también terminó dando la hora ante Nalbandian... prueba de ello es el 6-0 del tercer set. Pa' la casa el "Bombardero de La Reina".

Al día siguiente, quizás Massú nos devolvería un poco la alegría, pero tras 4 horas y media se despidió del torneo ante el "mago" Coria. Pero por lo menos, Massú demostró y les dió una clase a los que se pusieron la camiseta roja en Brasil. Lesionado y todo, luchó hasta el final, jamás se dió por vencido, aun cuando lo fácil ante un rival que podía parecer superior en el ranking (pero que en la cancha no lo fue) era tirar la toalla y abandonar. Al menos, el Nico puso y dio clases de garra y corazón.

Yap... el hincha tiene que recomponer el ánimo. Hay que volver a ilusionarlo para el partido ante Colombia de octubre. Hay que volver a sufrir, a alegar, a enojarse o quizás a celebrar. Es el destino del hincha del deporte chileno. Condenado eternamente a sufrir.

Saludos y nos estamos viendo (y/o leyendo).